Anoche nueva gala de La Voz, el concurso de Telecinco, que se viste de polémica en consonancia con la mayoría de programas de la cadena debido a que uno de los concursantes, sin previo aviso, decidió abandonar el concurso alegando disconformidades con la audiencia y con su coach (Melendi) y posteriormente justificando el presentador que el problema se debió a que Twitter bloqueó su cuenta, por motivos ajenos a la organización. ¿Alguien se cree que una persona en vías de cumplir se sueño va a tomar la decisión de abandonarlo por una tontería? En fin, no he venido a hablar de eso, pero no me parece un argumento razonable aunque tampoco me pareció una actitud aceptable el momento del que se sirvió el participante, así pues no doy la razón ni a uno ni a otro.
Pero no estamos aquí para hablar de eso, ni tampoco para hablar del equipo de Melendi. Ya la semana pasada empezó la fase de los directos y para esta segunda y última semana de la fase únicamente quedaba una eurovisiva en el tintero, se trata de Anael, que participaba en el equipo de Rosario Flores.
Ya la semana pasada comentábamos las dificultades que tendría la canaria con el grupo que le había tocado, uno, amigo personal de Rosario y la otra, flamenca, el estilo que más podría identificar a la coach, por lo que Anael, en un estilo totalmente diferente y sin a priori este tipo de favoritismo lo tendría muy complicado, la única posibilidad de supervivencia era que el público la salvase, decíamos.
Pues bien, nuestras sospechas se cumplieron y Anael fue la última en actuar de la noche, Angélica, su compañera de equipo fue la primera de los tres concursantes que ponía a la palestra, defendió una versión en flamenco del tema Piensa en mi, recibiendo al finalizar los elogios de su coach que le dijo que para ella la ganadora,etc. A continuación su amigo, que si es cierto que hizo una actuación elegante y exquisita del clásico Ne me quitte pas, recibiendo los mismos elogios que su antecesora y como suplicando a la audiencia que votase para que ganase. Finalmente Anael, que bordó el tema What a feeling de la BSO de la película Flashdance, recibió unas simples palabras motivadoras, pero con un valor muy inferior a la de sus otros dos compañeros.
El público salvó a Emmanuel, Rosario estaba desbordada y eufórica, la alegría le invadía y no tuvo reparo alguno en mostrar su estado de ánimo. Les bastaron unos segundos, a diferencia de los demás que se lo toman con calma y con cara de circunstancia, para salvar a Angélica y por consiguiente dejar fuera a Anael.
A la pobre Rosario se le empieza a ver el plumero, yo pienso que le ponen delante a una desconocida Mónica Naranjo frente a un flemenco mediocre, y se queda con el flamenco, eso tampoco es. Lo vimos la semana pasada con la eliminación de Mónica Guech y esta semana con la de Anael.
Igualmente Rosario es la que más artistas eurovisivos ha tenido en su equipo, llegando a la fase de los directos con 3 de los 6 integrantes de su grupo, le queda 1, Jorge González, y porque es gitanillo, que si no tampoco. También nos queda por ahí Paco Arrojo, en el equipo de Bisbal.
Por consiguiente, de los ocho eurovivos que comenzaron en La Voz quedan únicamente dos. La próxima semana cada coach expondrá a sus cuatro concursantes que les quedan en pie (de los 14 iniciales) para que el público salve a uno, el propio coach a otro y los otros dos estarán eliminados, así que tranquilo Jorge González, por muy mal que lo hagas (que espero que no sea así), llegarás a la final.
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